¿Cuánto cuesta un concurso de acreedores?
Publicado 04/03/22
Actualizado 02/01/23
El coste de un concurso de acreedores no puede preverse con total precisión.
Algunos procedimientos concursales suelen ser sencillos. Hay pocos acreedores, los derechos de cobro están claros y los trámites precisos apenas ofrecen complejidad. A veces incluso se constata la carencia de fondos y bienes suficientes para realizar operaciones de liquidación y ello acorta la duración del concurso.
Pero también se abren procesos más complejos que exigen el despliegue de todas o casi todas las fases posibles del concurso de acreedores, con acumulación de un mayor número de decisiones, actuaciones, medidas, trámites, informes y valoraciones que deberán realizarse o sustanciarse dentro de los diversos momentos del procedimiento.
A ello hay que añadir el posible desarrollo previo de una etapa preconcursal, si el deudor la activa, con todos sus requerimientos y posibilidades legales.
Factores de influencia en el coste del concurso de acreedores
El coste final de un concurso puede depender de variables diversas. Estas son algunas:
- La modalidad de concurso: que se trate de un concurso express (sin convenio, liquidación ni calificación), de uno abreviado o de uno ordinario. O que se inste una solicitud de concurso voluntario o de concurso necesario.
- El importe de la masa activa (fondos y bienes del patrimonio del deudor).
- El conjunto de deudas (masa pasiva), los importes de estas.
- El número de acreedores, y lo que cueste cerrar la lista definitiva.
- La existencia de demandas, ejecuciones y embargos previos, y de deudas con garantía real.
- La activación previa de la etapa de preconcurso de acreedores, el instrumento preconcursal elegido y el desarrollo de las negociaciones, con o sin éxito.
- La posible apertura de las fases de convenio y/o de liquidación dentro del concurso.
- Que se intenten o produzcan ventas de unidades productivas.
- El volumen de propuestas, planes, informes, recursos, impugnaciones … tramitados en los procedimientos.
- Que se tramiten incidentes (subprocesos en paralelo dentro del concurso para resolver cuestiones especiales).
- El número e importe de tasas judiciales que se devenguen.
- La retribución de los abogados, y la correspondiente a los procuradores, el administrador concursal y otros posibles profesionales técnicos (auxiliares, expertos…), si los hay.
- El tipo de asesoramiento que presten los abogados a sus clientes.
- La defensa en otras posibles acciones judiciales conectadas con el concurso.
- El recurso a la justicia gratuita, al alcance de personas físicas con escasos ingresos.
- La retribución del mediador concursal, si lo hay (en ocasiones, también será administrador concursal, con una retribución global).
- Los costes registrales no exentos, y ciertos trámites notariales o judiciales (escrituras, poderes…).
Límites y exenciones
Algunos de los costes pueden están reglados o tener límites máximos fijados legalmente (por importes o criterios de cálculo) o por decisión jurisprudencial. Y también hay costes exentos.
Por ejemplo:
- Si se trata de un concurso voluntario del deudor, está exento de tasa judicial la solicitud de concurso. Pero si es concurso necesario, instado por acreedores u otros legitimados, sí se devenga.
- El coste de procurador se calcula con aranceles, regulados en una norma.
- Hay unas reglas legales para el cálculo de la retribución del mediador concursal y el administrador concursal.
- La retribución de los abogados por su actuación judicial (fase común) no puede superar la del administrador concursal, y debe ser adecuado y razonable según el trabajo realizado.
- Los trámites notariales o registrales para el nombramiento de un mediador concursal no suponen coste para los deudores particulares.
Precios aproximados de un concurso de acreedores:
En el mercado es habitual que los despachos concursales presenten informaciones genéricas sorbe tarifas, con importes u horquillas de costes aproximados para los deudores.
- En el caso de un concurso express se suele indicar una horquilla de coste reducido. Por ejemplo, de 1.900 a 5.000 euros. Pero puede haber importes menores o mayores.
- Para los concursos abreviados, las estimaciones pivotan habitualmente sobre el importe del pasivo o del pasivo y el activo, con unos tramos. Por ejemplo, de 4.500 a 7.000 euros de coste para pasivos de 100.000 o 200.000 euros. Pero igualmente pueden ser mayores o menores.
- Para los concursos ordinarios lo normal es que se indique la necesidad de consulta para realizar una estimación.
Para los abreviados, se suele diferenciar entre costes con o sin trámites de la etapa preconcursal. Aunque con frecuencia, si dentro del precio se incluye esta etapa, el indicado no contemplará la prestación de asesoramiento jurídico y económico preconcursal (solo la gestión de trámites).
Pero, como se ha comentado, son solo ejemplos.
Confía en un buen abogado concursal
Los precios aproximados publicitados por los despachos concursales tienen valor como primera estimación. Pero conviene no dejarse atraer a la primera por ofertas explosivas —como algunas de menos de mil euros por un concurso express o sin liquidación—, porque pueden obviar ciertos costes probables que se añadirían después.
Algunos de estos precios bomba pueden encubrir prestaciones de baja calidad jurídica o la simple gestión de trámites sin el asesoramiento mínimo debido.
No olvides que, con mayor o menor coste, un concurso de acreedores es un proceso técnico con cierta complejidad que debe conducir un profesional experto.
El abogado concursalista no es un mero gestor administrativo. Te asesorará y defenderá a lo largo de todos los procedimientos (el preconcursal y/o el concursal) para que aproveches las oportunidades a tu alcance, aplicando la estrategia jurídica más adecuada, ya actúes como deudor o como acreedor.
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