¿Son complejos los procedimientos de la Ley de Segunda Oportunidad?
Publicado 04/02/22
Actualizado 16/05/23
Todos los procedimientos jurídicos tienen su complejidad, porque deben prever muchas garantías para las partes implicadas. Pero el mecanismo de la Ley de la Segunda Oportunidad está configurado con algunos criterios simplificados, al dirigirse a deudores particulares y autónomos.
Las tres fases del mecanismo
Su funcionamiento es sencillo de entender:
- Primero se intenta que el deudor llegue a un acuerdo con los acreedores, previo al concurso, para evitar este. Pueden pactarse aplazamientos, reducciones de deuda, cesiones de bienes…
- Si no se llega al pacto, se entra en el concurso y se liquida parte del patrimonio del deudor para tratar de pagar las deudas.
- Si se pagan al menos las deudas que corresponden a los acreedores con derechos de mayor preferencia (sea inmediatamente o en un plazo de cinco años), se tramita la cancelación de las demás deudas.
Trámites simplificados
La normativa ha previsto modalidades más sencillas para el desarrollo de algunas fases, dado que se aplican a deudores que son particulares o autónomos con actividades y negocios de titularidad individual.
Por ejemplo:
- El intento de Acuerdo Extrajudicial de Pagos (Fase 1) puede conducirlo a veces el propio notario, como mediador concursal.
- Los trámites del Concurso Consecutivo (Fase 2) siguen la modalidad abreviada de concurso, y además esta cuenta con algunas simplificaciones especiales por tratarse de particulares y autónomos.
Vías alternativas
Asimismo, se regula el Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho (Fase 3, conocida como BEPI) con dos modalidades de acceso a la cancelación de deudas impagadas, una automática y otra diferida, e incluso con una salida final por si los compromisos en la vía diferida no pueden cumplirse totalmente.
Con todo, los procedimientos del mecanismo de segunda oportunidad conllevan ciertas exigencias técnicas, por lo que es conveniente que el deudor cuente desde el principio con la asesoría de un abogado experto en deudas.
Disponiendo de una buena defensa y representación legal en las tres fases del mecanismo, resultará un proceso adecuado para todo tipo de deudores que encajen en los requisitos legales y estén en una situación de endeudamiento e insolvencia que haga recomendable aprovechar este recurso.