45.000 euros cancelados en 10 meses a empleada de Mataró
Ayudar a la familia tiene un coste
¿Qué se hace por un hijo? Pues la mayoría de la gente contestaría que prácticamente cualquier cosa (dentro de un orden, claro…) Por eso es tan habitual que los padres ayuden a sus hijos en la medida de sus posibilidades y, en muchos casos, incluso más allá de ellas.
Justo eso es lo que hizo la protagonista de esta historia y a la que llamaremos Begoña. Ella es experta en logística y trabaja, desde hace unos años, para la misma empresa. Su empleo es estable y cobra unos 26.000 euros al año.
Pero llegó un momento en que su hija, que no contaba con ingresos de ningún tipo, y su nieto fueron a vivir con ella. El piso que tenía arrendado era muy pequeño para tres personas y se mudó a otro algo más grande. Creía que con sus ingresos podrían vivir sin problemas pero muchas veces las cosas no son tan sencillas como parecen.
La mudanza supuso una serie de gastos que no pudo pagar de su bolsillo y tuvo que acudir a métodos de financiación ajena. Y en pagar el alquiler y vivir ya se iba el sueldo, así que las cuotas del préstamo se fueron quedando pendientes.
Lo que le pareció la mejor opción para desatascar la situación fue pedir otro préstamo y obtener así una liquidez adicional. Pero nada más lejos de la realidad: con ello lo que se consiguió fue aumentar el endeudamiento y que los intereses y recargos por cuotas impagadas fueran haciendo cada vez más imposible su devolución, porque el montante alcanzó los 45.000 euros.
La Ley de Segunda Oportunidad regula una excelente solución
Nuestro ordenamiento jurídico permite que aquellas personas que no disponen de medios suficientes para hacer frente al pago de sus deudas puedan empezar de nuevo dejando atrás las obligaciones que, de otra manera, no podrían cancelar.
Se trata del procedimiento regulado en la Ley de Segunda Oportunidad cuya finalidad es precisamente esa: brindar la posibilidad de un nuevo comienzo.
Y se consigue realmente, porque el proceso termina o bien con la cancelación de todas las deudas o bien con la de una parte de ellas y el establecimiento de un plan de pagos asumible. El primer caso implica el sacrificio del patrimonio del deudor pero en el segundo se pueden conservar algunos bienes, por ejemplo, la vivienda habitual.
Además, conlleva la salida inmediata y de oficio de todos los registros de morosos y su simple interposición supone la paralización tanto de los procedimientos de embargo como del devengo de intereses. Desde ese momento, los acreedores tampoco pueden iniciar acciones individuales contra el deudor.
Ya ves: funciona como un freno que todo lo para hasta que se finalice el procedimiento.
El primer paso: contactar con Libertad Sin Deudas
Si eres insolvente y quieres dejar atrás esa situación puedes hacer lo mismo que Begoña: contactar con Libertad Sin Deudas y nosotros te informaremos de manera clara y completa de todo lo que necesitas saber sobre la Ley de Segunda Oportunidad. A partir de ahí, y si lo deseas, te facilitaremos una reunión gratuita y sin compromiso con un abogado experto en la ley de la segunda oportunidad y que opere en tu localidad.
Recuerda que Begoña ha conseguido el perdón total y definitivo de su deuda sin tener que asumir ningún plan de pagos. Cuando contactó con nosotros debía 45.000 euros y el proceso terminó con la cancelación total y definitiva de ese importe.
Auto de cancelación de deuda
Clicando en el siguiente enlace puede consultarse el auto de cancelación de deuda correspondiente a este caso. Los datos de las personas implicadas han sido borrados por motivos de privacidad: 45.000 € cancelados en 10 meses a empleada de Mataró