Eloi Esmerats Rodríguez
Mi dedicación diaria es eliminar las deudas de mis clientes. Prestan sus servicios en toda España sin excepciones. El grueso de nuestros asuntos está en la península ibérica pero también tenemos muchos casos en Ceuta y Melilla, y muchos en Canarias.
Casado y con una hija, para este barcelonés “la familia es lo primero”. Estudió Derecho en la Universidad Pompeu-Fabra y cree que lo hizo siguiendo un poco la tradición familiar: sus padres eran abogados y su tío también.
Salvo algún que otro empleo precario justo al terminar la carrera, siempre ha trabajado como abogado. A lo largo del tiempo ha realizado diferentes másters y cursos relacionados con su profesión, pero a lo que ha dedicado más horas ha sido a especializarse en Derecho Concursal, Administración Concursal y Mediación Concursal.
La formación y experiencia que acumula en este sentido, hacen de él uno de los mejores especialistas en Ley de Segunda Oportunidad del país.
Hoy día cuentan con ocho trabajadores, cosa que para él “ya es enorme, en comparación a cuando empezamos estando solo los 2 socios”.
Las deudas, en España, solo tienen dos soluciones: o se pagan o se perdonan
En su día a día el cometido de Eloi es conseguir el documento judicial que contiene el perdón de la deuda de sus clientes, lo que implica “que dichas deudas quedan extinguidas y son irreclamables. Es decir, que no le van a poder embargar, no le van a poder demandar, no le van a poder incluir en ficheros de morosidad y, lo más importante: que su patrimonio queda protegido frente a esas deudas.”
Algo con lo que se encuentra a menudo es con la creencia de que iniciar el procedimiento regulado en la Ley de Segunda Oportunidad es opcional pero, según nos cuenta, nada más lejos de la realidad: “las deudas, en España, solo tienen dos soluciones: o se pagan o se perdonan. Si el cliente las puede pagar, no nos necesita para nada y nos alegramos por él. Si no las puede pagar, se deben perdonar. Lo que no permite el sistema es no hacer nada. De hecho, existe la obligación del insolvente de tramitar este procedimiento.”
El principal rasgo que hace destacar a su bufete frente a otros despachos profesionales es su afán de alcanzar la más alta eficiencia: “quiero que el cliente haga el mínimo esfuerzo para que consiga el mayor resultado (el documento que le perdona las deudas) en el menor tiempo posible”. Con ese fin ha diseñado un sistema que trata de mejorar continuamente haciendo uso de la tecnología.
Se considera una persona honesta y muy humana, por eso siente una gran satisfacción “cuando el cliente explota de alegría al conseguir el documento judicial que le perdona las deudas y que no es fácil de obtener.”
Un día malo se convierte en un gran día tras un buen entrenamiento
Si el tiempo le alcanzara, aunque ya habla y escribe correctamente en cinco idiomas, le gustaría retomar las clases de chino, que en su día tuvo que dejar, o estudiar alemán o italiano.
Pero, sin duda, sus dos grandes pasiones son la economía y el jiu-jitsu brasileño. La primera, le permite entender lo que pasa en el mundo y afirma que “sin esos conocimientos el 50% de las noticias diarias no se entienden.”
El jiu-jitsu es un arte marcial enfocado en la lucha cuerpo a cuerpo en el que se busca la sumisión del oponente. Le gustaría ir a entrenar cada día pero a veces le resulta imposible. Ama esta disciplina porque “te hace afrontar la realidad a diario: eres peor ante el que sabe más que tú y mejor ante el que sabe menos. Este golpe de realidad genera en el ser humano una cualidad muy importante: la humildad.”