Exoneran 34.828 euros a un diseñador gráfico de Barcelona en 7 meses
Por supuesto, como ocurre con cualquier otro préstamo, hay que devolverlo. Y si no se hace, las entidades financieras ponen en marcha todos los recursos que tienen a su alcance para hacerlo efectivo. Así, en ese tipo de situaciones, son inevitables los intereses de demora o los recargos que si bien tienen un componente disuasorio también, en según qué casos, pueden hacer cada vez más inviable el pago de la deuda.
Algo así fue lo que le pasó a Sergio (nombre ficticio), si bien su historia es algo más compleja.
Un diseñador gráfico que fue a la quiebra
Sergio trabajaba por su propia cuenta como diseñador gráfico. Le iba más o menos bien pero su negocio tenía un punto débil y es que tenía muy pocos clientes porque casi la totalidad de sus servicios los prestaba a una sola empresa.
En un momento dado esta empezó a disminuir su número de encargos por lo que la facturación del negocio empezó a ser cada vez menor. Sin embargo, los gastos a los que tenía que hacer frente permanecían invariables y el importe a pagar por el autónomo, por ejemplo, la pensión de 420 euros que pasaba a su hijo o el alquiler de la vivienda no disminuyeron en absoluto.
Solicitar un préstamo ICO se perfiló como la mejor opción en aquel momento, un balón de oxígeno con el que aguantar algo de tiempo hasta que el trabajo empezara a subir.
Pasaron algunos meses y resultó que, al ser los ingresos muy inferiores a los costes, mantener el negocio no solo no le reportaba ningún beneficio sino que lo que provocaba era un aumento de las deudas. Ante esa situación decidió cerrar definitivamente.
La prestación por desempleo prevista para los autónomos a la que pudo optar como consecuencia de las pérdidas que venía arrastrando pareció una posible solución, pero fue totalmente insuficiente.
El importe que cobraba por este concepto supuso una pequeña ayuda pero muy poco significativa teniendo en cuenta el endeudamiento que arrastraba. Y así llegó el momento en que la imposibilidad de cumplir con sus obligaciones de pago se hizo tan patente que se hizo urgente buscar una solución definitiva.
Conectar con Libertad Sin Deudas le permitió hacer borrón y cuenta nueva
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Sergio nos llamó y el letrado Eloi Esmerats Rodríguez llevó su caso ante el Juzgado (aunque no es un juicio se trata de un procedimiento judicial) y el éxito no pudo ser más rotundo.
Las cuantías de las cantidades pendientes de pago eran las siguientes:
- Préstamo ICO: 26.420 euros
- Deuda con la Agencia Tributaria: 4.320 euros
- Deuda con la Seguridad Social: 1.420 euros
- Deuda con el Ayuntamiento de Barcelona: 2.668 euros
Pues bien, el procedimiento se inició en octubre de 2.022 y finalizó en mayo de 2023 con la exoneración total y definitiva de todas las deudas, tanto del préstamo al completo como del montante de las cantidades debidas a los organismos públicos.
Con 44 años, Sergio pudo empezar de cero otra vez sin el lastre que le suponían unas obligaciones que no iba a poder cumplir y que le impedían iniciar nuevos proyectos.
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Auto de cancelación de deuda
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