Honorarios abogado Ley Segunda Oportunidad

Pueden ser relevantes factores como los siguientes: 

• Circunstancias del deudor insolvente, por ejemplo:
  • Tipo de deudas —impagadas o de vencimiento inminente— y su importe. 
  • Bienes y derechos en el patrimonio, y si algunos están afectos en garantía real al pago de deudas concretas.
  • Desarrollo de una actividad económica que se quiera mantener. 
• Posibles intentos previos de alcanzar pactos con los acreedores.
• Opción por el plan de pagos para solicitar la EPI o recurso voluntario u obligado a la liquidación.
• Desarrollo de más o menos trámites judiciales: peticiones, impugnaciones, alegaciones…  
• Posición de los acreedores ante planes y propuestas.
• Precio de los servicios jurídicos (honorarios de abogados y procuradores).
• Que se trate de un concurso de acreedores o de un procedimiento especial (con más trámites on line a través de formularios normalizados)…
• Intervención de otros profesionales: expertos, tasadores, peritos, notarios…
• Gastos diversos: registros, publicaciones…  

Al margen de la modalidad de procedimiento, algunas tramitaciones pueden ser sencillas y rápidas. En deudores particulares y autónomos es fácil que ocurra, ya que pueden tener más o menos deudas, y de importes más o menos elevados, pero suelen corresponder a operaciones sin especiales complicaciones: préstamos, facturas, pagos de tarjetas, pagos fiscales… 

Hay deudores que, al plantearse optar por la vía de la Ley de Segunda Oportunidad, piensan que incurrir en los gastos que conlleva todo el proceso es lo contrario a lo que realmente necesitan, que es quitarse obligaciones de pago.

Pero la sola iniciación del procedimiento ya comporta una serie de ventajas para su economía:

• Se levantan los embargos y se prohíbe la iniciación de otros nuevos.
• Se paraliza el devengo de intereses, por lo que las deudas dejan de crecer.
• Se puede seguir generando ingresos del trabajo o del negocio.

Además, en Libertad Sin Deudas ofrecemos facilidades de pago, estableciendo cuotas asumibles, sin mayor importe de entrada y sin intereses.

Solo por eso, no debes rechazar una oferta de servicios. 

Debes valorar el conjunto del presupuesto del despacho: coste global estimado, pagos fijos o cuotas mensuales, plazo de las cuotas, margen abierto de otros gastos, concreción de los costes… 

Y poner todo en relación con los datos de tu propio caso: deudas, bienes, litigios y otras circunstancias complejas, sin olvidar el potencial de exoneración que tengas. 

NO, NO LO ES. 

Si estás pensando en pedir un crédito para financiar los costes de la Ley de la Segunda Oportunidad, el mejor consejo que podemos darte es que te olvides de esa posibilidad.

Aunque cabe pensar que solicitar un crédito o préstamo, quizá con fiadores, o segunda hipotecas, sería una vía rápida para financiar los honorarios, no es una opción recomendable. Llegada la insolvencia, lo que corresponde es saldar deudas o cancelarlas, no incurrir en otras nuevas que agudicen el problema.

Los procedimientos de segunda oportunidad tratan precisamente del pago a los acreedores por deudas vencidas o de vencimiento inminente. Aunque estuvieras a tiempo de buscar financiación antes de entrar en la vía concursal, solo conseguirías incrementar tus gastos. Incluso podría suceder que esas operaciones se anularan, si fuera endeudamiento temerario. 

Diferente es que pueda articularse alguna solución de refinanciación o reunificación de deudas que sea sólida y fiable, al margen de este mecanismo, o en la etapa previa de este. 

Lo mejor es que un abogado haga una estimación de los costes que conllevaría acogerse a la ley de segunda oportunidad, incluyendo el coste de los servicios jurídicos, a fin de que valores si podrías asumirlos con un pago flexible. 

Tu consejero legal te ayudará a valorar todas las alternativas.

Tanto si valoras la posibilidad de trabajar con nosotros como si prefieres hacerlo con otro despacho, estos son algunos consejos que puedes tener en cuenta más allá del coste económico como tal: 

• Elige profesionales que estudien tu caso, y desconfía de franquicias low-cost. Un equipo legal experto presentará tarifas razonables, pero estimará los costes teniendo en cuenta los datos concretos del deudor y su situación. Y si hay algo que perjudica tus opciones, te lo dirá con transparencia. 
• Solicita una orientación aproximada sobre cuánto podría llegar a costar el procedimiento. Una excesiva inconcreción o una estimación confusa o incoherente pueden encubrir precios finales muy elevados.
• Si te ofrecen el pago de cuotas mensuales, pregunta durante cuánto tiempo deberán realizarse esos pagos periódicos. Si el período es largo, que sea porque pagarás cuotas muy bajas (y se entiende por ser un pago a plazos flexible). Cuotas altas y plazos inconcretos deben hacerte sospechar. 
• Informate igualmente de si el precio comunicado englobará todo el coste o quedarían algunos conceptos al margen. Puede ser aceptable un cierto margen de incertidumbre, o algunos escenarios alternativos, pero no un abismo de inconcreción.
• Confirma que el despacho iniciará los trámites de inmediato una vez contrates sus servicios. Algunas franquicias de abogados ofrecen cuotas mensuales muy atractivas, pero la oferta tiene trampa: no inician el proceso hasta pasados meses o años, y, mientras, siguen cobrando. Hasta completar cierto global de cobros, no actúan.
• Sospecha de quienes, conociendo tu situación de insolvencia, te exijan un pago adelantado excesivo. Son minoría, pero hay profesionales dados a la mala praxis que pueden intentar que casi todos sus cobros se produzcan antes de que se inicie el procedimiento y por servicios aún no prestados.
• No te dejes atraer a la primera por ofertas llamtivas, que publicitan el coste a partir del patrón de un concurso sin masa. Algunas ofertas atractivas con precios bomba pueden:
  • Encubrir servicios jurídicos de baja calidad, que se limiten a la ejecución de tareas de gestión rutinarias, con información escasa y sin asesoramiento. 
  • Obviar ciertos costes probables que se añadirían después.
  • Tratar tu caso como si respondiera al esquema más simple de tramitación, aunque el tuyo sea más complejo.

No olvides que, con mayor o menor coste, tanto el concurso de acreedores como el procedimiento especial de microempresas son procesos judiciales complejos. 

El procedimiento concursal es el vehículo para la cancelación de deudas, pero debe conducirlo un profesional especializado. 

Para alcanzar tu objetivo —la segunda oportunidad—, necesitas a tu lado un abogado experto, riguroso y sincero, no solo un gestor que funcione con el piloto automático. 

Si eliges nuestro equipo jurídico especialista en segunda oportunidad y en derecho concursal, debes saber que iniciará el procedimiento desde el minuto uno, sin demoras, y te proporcionará apoyo jurídico personalizado, garantizándote plena transparencia en todo momento sobre avances, costes y expectativas. 

Y con la máxima confidencialidad. 

No lo dudes. ¡Pide información! 

Elige LIBERTAD SIN DEUDAS, expon tu caso y así sabrás si la Ley de la Segunda Oportunidad es una buena opción para ti.