Prepack Concursal
Cuando una empresa se declara en concurso de acreedores en España, suele acabar en una liquidación. Y, para esquivarlo, surge la alternativa del prepack concursal, la cual evita la pérdida de valor de los activos empresariales por la insolvencia. Con esta figura recogida en la nueva Ley Concursal se potencia el valor de los activos y se conservan los puestos de trabajo.
Si tu empresa está atravesando dificultades financieras, esta es una buena opción. Te contamos más a continuación.
¿Qué es el prepack concursal?
El prepack concursal es una de las formas de acelerar la venta de la unidad productiva de una empresa. Esto es preparar la venta de una empresa insolvente o parte de ella con una propuesta adecuada que se tramitará con la mayor celeridad posible.
Las unidades productivas de una empresa son diferentes medios organizados que ejercen una actividad económica accesoria o esencial. Pero su característica más importante es que deben contar con autonomía para desarrollar su actividad. Por tanto, pueden separarse de la empresa y seguir funcionando con normalidad.
Como ves, es una medida de reestructuración preventiva antes de la declaración del concurso. Además, garantiza la viabilidad de la unidad productiva sin que los activos se queden inservibles o pierdan valor. No obstante, esto también se puede utilizar como mecanismo para liquidar activos en el proceso concursal.
De este modo, se presenta una propuesta que incluya las mejores condiciones de transmisión posibles en ese momento. Para ello, se contará con un comprador.
La forma de agilizar este proceso y evitar demoras innecesarias es:
- Realizando un estudio minucioso.
- Anticipando la valoración al concurso lo más posible.
- Valorando cada oferta con rigor y el máximo criterio.
- Con una propuesta debidamente presentada y explicada.
Al aplicar este preempaquetado o prepack, aumentan las probabilidades de que se apruebe la operación planteada y el resultado sea un éxito.
¿Cuál es el objetivo principal del prepack concursal?
La finalidad de los prepacks concursales es crear un marco de actuación judicial o prejudicial riguroso y ágil que evite el fracaso de muchas operaciones de venta de empresas en los procedimientos concursales por las vías ordinarias.
Para gestionar a los deudores insolventes, encontramos figuras distintas en las normativas o usos judiciales según el país. Pero todas tienen una finalidad similar: optimizar la operación, evitando tanto prisas como tardanzas en su preparación y ejecución.
No obstante, la elección de la oferta o la propia venta pueden complicarse. ¿Qué es lo que puede influir en el éxito de la operación? Que el juez o el administrador concursal acorten demasiado los tiempos o se demoren en determinados trámites o decisiones.
En el primer caso, se caería en una precipitación. Al reducir controles para evitar el deterioro de la empresa o buscar con urgencia ofertas y no valorarlas adecuadamente, puede terminar realizándose una mala elección.
Por otro lado, estaríamos ante una dilación. Esto significa que, si se extreman las precauciones y se alargan las valoraciones y la decisión final, podemos reducir el valor del negocio.
En consecuencia, hay que sopesar las opciones para obtener la oferta más ventajosa y con menor impacto en la actividad y los trabajadores, pero sin demorar mucho el proceso.
Hasta ahora hemos visto la teoría, pero hay que pensar en la realidad. La venta de la empresa o de parte de esta a través del plan de liquidación del concurso de acreedores es una medida que ha experimentado numerosos problemas en la práctica. ¿Cuáles son los más habituales?
Problemas más habituales de la transmisión de unidades productivas en el concurso
- Acudir tarde al concurso sin haber estudiado bien la conveniencia de la venta.
- Decidir una venta ya avanzado el concurso o lanzarse a ella justo al solicitarse este. En esta ocasión puede que el tiempo de estudio del potencial del negocio sea insuficiente.
- El propio preconcurso de acreedores puede acelerar el deterioro del negocio como oportunidad interesante en el mercado. El motivo es que ello transmite al mercado que el deudor es insolvente y juega a contrarreloj para salvarse.
- Durante el concurso, mientras se valoran opciones, la empresa puede ir perdiendo clientes, profesionales, mercados, licencias, concesiones, licitaciones…
- Valorar ofertas con prisas puede dar, a veces, como resultado escasez de las propias ofertas, negociaciones en posición de debilidad y precios poco ventajosos.
- Algunos ofertantes iniciales renuncian al ver una gran cantidad de compradores potenciales. Lo hacen para no sobrepasarse por la presión de competir en el momento con una espiral de precios elevados.
- Algunos ofertantes potenciales esperan fuera del concurso, sin lanzar ofertas, a que este avance. Su objetivo es que la empresa vaya perdiendo valor. En este sentido, también pueden aparecer posibles compradores que entran en el concurso pero no cierran las ofertas y esperan una bajada de precio de la empresa.
- La urgencia lleva, en ocasiones, a que se cedan o vendan algunos activos aislados del negocio en la fase común del concurso. Ello menoscaba su valor con vistas a una venta conjunta.
- Hay procedimientos en los que el administrador concursal y el juez pueden mostrarse especialmente minuciosos en el chequeo de las propuestas. Con ello, se demorarán las decisiones finales.
- Con prisas, suelen darse choques entre las valoraciones efectuadas en el concurso y el valor de mercado estimado por el deudor o por los acreedores. Y también se pueden crear reticencias en los representantes de los trabajadores.
Otras situaciones
Además de lo anterior, existen un par de situaciones más que pueden dificultar la transmisión de unidades productivas en el concurso:
- Hay negociaciones de venta en fase preconcursal conducidas por el deudor que resultan caóticas y desorganizadas.
- Algunos deudores incurren en mala praxis. Plantean como oferta vinculante en su propio plan de liquidación a un comprador que les asegure de modo oculto un cierto control de la empresa. Pueden hacerlo a través de testaferros o de personas vinculadas a allegados, por ejemplo.
¿Qué trata de solucionar el prepack concursal?
Las directrices y sugerencias procedimentales de los denominados prepacks concursales buscan precisamente solucionar problemas como los citados. Para ello, con algunas diferencias entre modelos, básicamente proponen:
- Anticipar el estudio de la operación de venta en un momento preconcursal.
- Profesionalizar la preparación de la operación. Ello se logra confiando a un experto independiente la misión de búsqueda de compradores y valoración de la empresa y de los ofertantes.
- Empaquetar la propuesta final. El fin es que llegue al trámite de aprobación y ejecución con un comprador y unas condiciones de venta consideradas adecuadas.
- Plantear contenidos mínimos para la propuesta, pautas informativas y ciertos criterios técnicos para efectuar las valoraciones.
¿Cómo funciona el prepack concursal?
Lo primero de todo es que la empresa se encuentre en situación de insolvencia probable, actual o inminente, sin declararse en concurso de acreedores. Esto último es muy importante, ya que el prepack se realiza en la fase preconcursal. Además, se debe descartar por otros medios la viabilidad de la empresa.
El proceso del prepack concursal comienza con la comunicación al juzgado de las negociaciones que se están preparando (venta de una o varias unidades productivas de la empresa). Luego, el juez designa a un experto independiente que elaborará un informe y le presentará una propuesta de compra por escrito.
Una vez se reciba una propuesta vinculante dentro del procedimiento concursal, los acreedores u otros interesados tendrán 15 días para presentar alegaciones y alternativas. Y, si hubiera varias ofertas, el juez solicitará al administrador concursal un dictamen sobre qué oferta es la más favorable. Además, este tendrá la obligación de preservar en su evaluación la continuación de la actividad empresarial.
¿Quiénes pueden comprar la unidad productiva?
Con la reforma de la Ley Concursal pueden adquirirla tanto los acreedores como los trabajadores, tras constituir una sociedad corporativa o laboral. Ante esta situación, el juez dará prioridad a esta oferta, siempre que sea superior o igual al resto de alternativas.
Quienes formalicen la compra se comprometen a reiniciar o mantener la actividad productiva dos años si la oferta se ha presentado con la solicitud del concurso. Pero si la propuesta se hace tras la declaración del concurso, el plazo mínimo será de tres años. Además, en caso de incumplir, el afectado podría reclamar daños y perjuicios.
¿Qué modelos de prepack concursal existen?
En el procedimiento judicial español disponemos de las propuestas de prepack concursal realizadas por los jueces mercantiles de Barcelona, Islas Baleares y Madrid. Todos ellos tienen en común los criterios y patrones procedimentales para plantear la venta de unidades productivas en el concurso. ¿Cuáles son?
- No son cambios legislativos, sino interpretaciones jurisprudenciales y sugerencias de mejora procedimental. Fuerzan un poco la ley, pero la completan y la hacen más ágil, sin contrariarla.
- Pivotan sobre la vía de transmisión contemplada por la Ley Concursal que pone al alcance del deudor presentar su propio plan de liquidación al solicitar el concurso, anexando una propuesta vinculante de venta de unidad productiva.
- No crean nuevos procedimientos. Tan solo pretenden lograr valoraciones más precisas y rutas de trámites más aceleradas, eliminando obstáculos y evitando dilataciones innecesarias.
Estas iniciativas surgen como consecuencia de la constatación de los jueces de los problemas prácticos que presenta en el concurso la venta de unidades productivas. Por otro lado, durante los años de la pandemia, con la denominada crisis COVID, se agravó la situación económica, lo que le ha instado a agilizar los procedimientos para salvar empresas viables. Además, conseguir la satisfacción de los acreedores se revela como una tarea urgente.
Otro de los motivos para impulsar esta iniciativa es la existencia de otros modelos similares en nuestro entorno, algo que veremos más adelante. Y, finalmente, la directiva de la Unión Europea en la directiva 2019/1023, cuyo propósito es mejorar la reestructuración de empresas con crisis financieras y reducir las liquidaciones cuando las empresas son viables.
Propuestas de los jueces mercantiles para el prepack concursal Barcelona e Islas Baleares
Las propuestas de los jueces de Barcelona se denominan: «Pre-pack Concursal: directrices para el procedimiento de tramitación». Por otro lado, sus homólogos de Islas Baleares lo hacen de esta forma: «Protocolo Prepack Concursal».
El mecanismo propuesto por ambos grupos de jueces es muy parecido (apenas hay diferencias en algunos trámites virtuales). Tal y como se desarrollan las tareas preparatorias de la venta en la etapa preconcursal, podríamos decir que el prepack es un instrumento preconcursal más. Sin embargo, no está así expresamente contemplado en la ley.
La forma de proceder es la siguiente:
- Se informa en la comunicación que abre el preconcurso de acreedores de que hay una posible venta de unidades productivas. Esto puede ser confidencial, como sucede con otros instrumentos preconcursales.
- El experto será una especie de administrador silencioso que agilizará y dará rigor y fiabilidad al trabajo de elaboración de la propuesta de venta. Llegado el concurso, asumirá la función de administrador concursal.
- En la solicitud se incluirán algunos de los motivos por lo que se aconseja la venta de la unidad productiva. Así como la evolución de la actividad del deudor o su insolvencia.
- Se presenta un listado de asociaciones sectoriales y territoriales, fondos financieros, empresas competidoras e inversores interesados o potenciales.
- El experto analizará la propuesta recibida, participará en las negociaciones y elaborará un informe detallado.
- El deudor solicitará el concurso apoyado en dicho informe como plan de liquidación.
- Por último, se tramitará la propuesta con intervención de las partes implicadas, como recoge la Ley Concursal.
Con esto se consigue acelerar el proceso, ya que la operación estará muy estudiada y habrá contado con la colaboración de las partes. Además, en la propuesta de Barcelona, todos los interesados podrán inscribirse a través de un formulario virtual en el Registro de Interesados en el Canal Empresa.
Propuesta de los jueces mercantiles para el prepack concursal Madrid
Las propuestas de los jueces de Madrid se denominan: «Guía de buenas prácticas para la enajenación de unidades productivas en procesos concursales».
Esta propuesta es diferente a las dos anteriores, pues no vincula el estudio y la negociación de la operación de venta a la etapa preconcursal. Además, considera opcional iniciar esa tarea antes del concurso.
Por otro lado, no contempla el nombramiento de un experto independiente como administrador anticipado y futuro administrador concursal. ¿Por qué? Porque esta figura no viene incluida en la Ley Concursal.
Esta iniciativa se limita a sugerir algunos criterios que pueden facilitar un buen desarrollo de la venta de la unidad productiva. Se asocia también a la opción que tiene el deudor de presentar una propuesta vinculante de venta al solicitar el concurso. De todos modos, lo que plantea este modelo es, en general, válido para aplicarlo en otros momentos del procedimiento (en el convenio concursal, en la fase común…).
La guía de buenas prácticas para realizar la propuesta de los jueces de Madrid consiste en lo siguiente:
- Definir el perímetro de la unidad productiva delimitando bien los bienes y las deudas.
- Realizar dos modelos de valoración de la unidad:
- Referente. Es de utilidad en las unidades productivas que pueden ser rentables y desarrollan una actividad ininterrumpida.
- Alternativo. Es la que se recomienda en las unidades no activas, pero que tienen un valor superior a las activas si se liquidan de forma independiente.
- Plantear incluir unos contenidos mínimos de información para las ofertas.
- Recopilar la mayor cantidad posible de ofertas de compra.
- Asegurar una participación eficaz y oportuna de los implicados (representantes de los trabajadores y administraciones públicas) en la operación.
- Determinar una serie de sugerencias dirigidas a agilizar la aprobación y ejecución de la venta dentro del concurso (plazos, notificaciones, informes…).
¿Hay otras propuestas o iniciativas judiciales similares?
En la actualidad, solo se han planteado las propuestas anteriores. Sin embargo, esta práctica se está extendiendo a otros territorios con nuevos planteamientos o modificaciones sobre las citadas.
Así, por ejemplo, en un juzgado de Málaga también se ha optado por nombrar a un experto independiente para realizar los trámites de estudio y valoración de la venta de una unidad productiva. En este caso, han tomado como referencia el modelo de prepack concursal de Barcelona.
De todos modos, cuando se optimice el desarrollo de las vías procedimentales de la propia Ley Concursal, serán menos necesarias estas propuestas judiciales.
¿Existe el prepack concursal en otros países?
La figura del prepack concursal tiene su origen en las legislaciones anglosajonas y estadounidenses. De hecho, prepack concursal no es más que una adaptación de «Pre-Packaged Insolvency Sale», que literalmente quiere decir «venta preempaquetada por insolvencia» o «propuesta de venta de empresa insolvente».
En esos países, se utilizaban mecanismos rápidos de enajenación de unidades productivas para empresas en situaciones de insolvencia. Y, de esta forma, se evitaba la pérdida de valor de sus activos empresariales.
Con algunas variantes, bien regulada a nivel legal o impulsada como mecanismo judicial, también se ha aplicado en otros países de nuestro entorno. Hablamos, por ejemplo, de Alemania, Francia y Países Bajos, aunque también existe en algunos países de Iberoamérica.
Vamos a ver cómo es el modelo de prepack concursal en otros países:
Estados Unidos
En Estados Unidos, las figuras que podríamos encuadrar dentro del concepto de prepack concursal son diversas. En conjunto, se acercan más a lo que en España conocemos como instrumentos preconcursales: planes de restructuración, de refinanciación…
Pero dentro de estas opciones existe también la posibilidad de elaborar propuestas de venta de las empresas previas al procedimiento de quiebra (bankruptcy). Son lo que se denomina pre‑arranged sales o pre-plan sales.
Pueden centrarse en la enajenación de activos de la empresa, de unidades productivas de esta o del negocio en su totalidad.
Si se pactan antes del procedimiento, se ejecutarán en cuanto consigan la aprobación por parte de la corte judicial.
No existen pautas prefijadas, pero judicialmente se han establecido algunos requisitos y criterios a tener en cuenta para aspirar con mayor probabilidad de éxito a esa aprobación. Entre otros, que conste una justificación, detalles informativos suficientes, un examen variado de ofertas, la participación de todos los implicados, la aportación de planes de reorganización, el beneficio para los acreedores, el respeto a los privilegios de estos…
Reino Unido
En este país existe la figura genérica del Pre-Pack Administration. Está regulada legalmente y se dirige a promover la preparación y ejecución de la venta de la empresa insolvente a un comprador antes del procedimiento de quiebra.
Para ello, la empresa debe nombrar previamente a un administrador o Insolvency Practitioner de la operación. Este profesional gestionará la elección del comprador, la negociación entre los interesados, las condiciones de la venta, el acuerdo de los administradores de la sociedad deudora y de los acreedores privilegiados (como los hipotecarios), el pago inicial a estos (y posterior al resto) y la presentación por el comprador de un plan inicial de saneamiento.
Así, la operación podrá resolverse, en principio, sin necesidad de autorización judicial y con bastante libertad para las partes. Se permite, además, la compra por personas relacionadas con el deudor, lo cual es algo más restringido, por ejemplo, en España, por los riesgos que comporta.
Francia
En este caso también existe una figura, denominada Prepack Cession. En este modelo procedimental se asigna a un mandatario ad hoc o a un conciliador la misión de conducir la operación de venta de la empresa.
Son dos figuras habituales en los concursos franceses.
El profesional designado, tras estudiar el caso y realizar la búsqueda y valoración de posibles compradores, presentará una propuesta. Tendrá como fin evitar, si la aprueba el juez, que en el concurso de acreedores deba efectuarse una licitación de adquirentes.
De esa forma, si la propuesta está correctamente elaborada, el juez podrá decidir sobre las ofertas presentadas en el prepack sin necesidad de abrir opciones a nuevos compradores. Esto puede venir favorecido porque las propuestas estudiadas con anticipación proponen habitualmente precios de compra superiores a las más tardías.
Además, la preparación de la propuesta se debe realizar en un marco de absoluta confidencialidad obligada por ley y está sujeta a ciertos controles judiciales.
Países Bajos
Una figura similar de creación jurisprudencial, no regulada legalmente, la aplican también en los tribunales de algunos territorios neerlandeses. Coloquialmente se le denomina en inglés Dutch Prepack Administration.
Consiste en que el deudor solicite, antes del concurso, el nombramiento de un administrador concursal prospectivo denominado Silent Trustee (administrador silencioso). Este profesional conducirá con discreción esta fase preparatoria, centrada en obtener toda la información posible para analizar la posibilidad de realizar una venta favorable.
Para ello, analizará a fondo todos los datos financieros, realizará las valoraciones pertinentes, buscará posibles compradores y estudiará las mejores opciones para la venta de la empresa. El resultado será una propuesta de operación de venta de la empresa o de parte de ella descrita con todo detalle.
Una vez declarado el concurso, el administrador concursal definitivo (que muchas veces será el mismo administrador silencioso) estará en disposición de proponer la ejecución de la propuesta al juez sin excesivas dilaciones.
Beneficios del prepack concursal para empresas en situación de insolvencia
El prepack concursal es un mecanismo legal de gran ayuda para muchas empresas que atraviesan una situación complicada a nivel económico. Sobre todo, si han agotado otras alternativas de refinanciaciones o de acuerdos con sus acreedores y están destinadas a desaparecer.
La venta de unidades productivas puede salvar puestos de trabajo y una más que probable liquidación de la empresa. Además, con esta operación se maximizará su precio de venta, por lo que aumentarán las probabilidades de la viabilidad de la empresa.
Por otro lado, el prepack concursal es un atajo para los largos plazos procesales del concurso ordinario, que hacen perder valor a los activos empresariales.
Por todo ello, esta figura, relativamente nueva en el ordenamiento jurídico español, se está convirtiendo en una gran alternativa a la liquidación de empresas insolventes.
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